La luz de Paulding, el misterioso fenómeno que fascina en EE. UU.

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La luz de Paulding, el misterioso fenómeno que fascina en EE. UU.

PH: PORTAFOLIO

 

 

 

En la Península Superior del estado de Michigan, en EE.UU., hay una atracción escalofriante que frecuentan los viajeros con un interés especial en lo paranormal.

 

 

Se trata de la luz de Paulding, un fenómeno que sólo es visible cuando se visita el lugar adecuado en el momento correcto.

 

 

Tanto en las noches con neblina de mediados del verano, como en los interminables inviernos en los que la nieve llega hasta las rodillas, una multitud de lugareños y curiosos se reúnen en un pequeño terreno abierto junto a la autopista US 45 en Robbins Road.

 

 

A medida que el sol se pone y el crepúsculo se funde con el negro de la noche, pequeños orbes brillantes, que varían en color entre el blanco, el amarillo y el rojo (dependiendo de la estación y de las condiciones atmosféricas) se forman en una ladera a unos 8 km de distancia.

 

 

Flotan en el aire, sin crecer, encogerse, bailar, avanzar o retroceder. Parpadean tan inesperadamente como cobran vida, apareciendo y desapareciendo al azar, y desapareciendo si uno se acerca o los persigue.

 

 

Si bien parecen imposibles de captar, las luces son incuestionablemente visibles, permaneciendo así en diferentes cantidades y frecuencias hasta que el amanecer pone fin a la fiesta.

 

 

Los visitantes armados con equipos de fotografía profesional han logrado captar imágenes turbias de lo que allí sucede, pero durante años, esas imágenes no lograron explicar el fenómeno que atrapan.

 

 

El folclore local ofrece diferentes explicaciones para dicha iluminación etérea.

 

 

El cuento más popular dice que se trata del fantasma de un empleado de ferrocarril que murió en un accidente de tren. El ánima aparece todas las noches para sostener su linterna y advertir a futuras víctimas de que se alejen. Pero no hay registros ni evidencia visual de un ferrocarril en el área.

 

 

Hay otras teorías paranormales para la luz de Paulding, como una que la atribuye a sondas extraterrestres que exploran las copas de los árboles.

 

 

Cualquiera que sea la historia, la luz ha puesto a la pequeña ciudad de Paulding en el mapa. Los viajeros continúan visitando el lugar para ver lo que podría ser el fantasma más puntual del mundo, con tiendas y restaurantes donde compran gorras y camisetas relacionadas al fenómeno y donde pueden comer.

 

 

«He visto la luz de Paulding varias veces», dice Sarah Bakker, empleada de la tienda Sylvania Outfitters.

 

 

«No pensé que fuera algo sobrenatural, pero es genial verla. Algunas personas dicen que definitivamente ven los faros de los autos, pero otros juran que ven algo más que no se puede explicar».

 

 

En 2010, Jeremy Bos, quien para entonces era un candidato doctoral en ingeniería eléctrica de la Universidad Tecnológica de Michigan (MTU), dirigió una expedición con estudiantes en la zona.

 

 

Equipados con cámaras, fotómetros y telescopios de alta potencia, su única misión era explicar la luz de Paulding.

 

 

Obtuvieron evidencia empírica de lo que muchos visitantes menos fantasiosos de Paulding ya esperaban. Son coches: faros lejanos que se combinan con efectos atmosféricos y crean un espejismo brillante.

 

 

Bos obtuvo su doctorado y ahora es profesor asociado en el Departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática de la MTU. A pesar de los esfuerzos de su equipo por ofrecer una explicación clara sobre el fenómeno, las leyendas persisten.

 

 

«Pregunté a las personas que vieron la luz qué vieron y qué creían haber visto», dijo Bos. «Si me piden que se lo explique, lo hago. La mayoría de las personas dicen que ven luces amarillentas o rojas que parecen moverse. Si hay algún movimiento, la mayor parte de lo que ven se debe a un efecto autocinético», dice.

 

 

Michael C Roggemann, profesor emérito de ingeniería eléctrica de MTU, fue el asesor docente de la expedición estudiantil. Sugiere que las explicaciones científicas de la luz pueden ser tan interesantes como las paranormales, si la gente decide aceptarlas.

 

 

«Un espejismo ‘normal’ es en realidad luz que se originó en el cielo y que se refracta hacia el ojo debido a un fuerte gradiente de temperatura en el aire cerca de la superficie», comenta Roggemann.

 

 

«Pregunto a las personas que ven las luces si alguna vez han oído hablar de la inversión térmica, que ocurre cuando la temperatura del aire – en función de la altitud cerca de la superficie de la Tierra – disminuye y luego aumenta».

 

 

Roggemann comenta que la geografía y el clima local favorecen las frecuentes inversiones de temperatura a primera hora de la tarde, cuando siempre hay tráfico en la autopista.

 

 

El resultado es una ilusión óptica «al revés»: los faros de los automóviles en Paulding se alinean con la carretera mientras se refractan y se inclinan hacia el suelo.

 

 

El efecto resulta ser visible solo desde el lugar donde se reúnen los visitantes.

 

 

Bos insta a los “cazadores de fantasmas” a mirar a través de un telescopio o un teleobjetivo, y les asegura que verán los faros de los coches y las luces de freno.

 

 

De todos modos, hay visitantes que simplemente quieren creer en sus visiones.

 

«Para aquellos que no se pasan la vida pensando en la interacción entre la luz y el aire, una historia de fantasmas es más interesante», admite Bos. «Se puede combinar eso con la gente local que quiere que este lugar, un área que la mayoría de la gente no conoce, sea especial».

 

Roggemann cree que los mitos sobre la luz se ven reforzados por los lugareños, que lograron crear una historias de fantasmas. «Creo que las luces parecen inofensivas y la gente disfruta de la leyenda local porque es completamente benigna», opina.

 

 

«La gente disfruta con las historias y tenemos que admitirlo, no podemos refutar la existencia de un fantasma».

 

 

Cyndi Perkins, una especialista de contenido residente en Michigan, cree en la explicación de la MTU, pero visita el lugar con su hija para pasar una velada ocasional de entretenimiento. Ella señala que ahora hay tantos viajeros en el lugar buscando probar la explicación científica como devotos de las causas sobrenaturales.

 

 

«La gente que cree en la luz de Paulding no cree que el misterio esté resuelto», insiste Perkins. «Argumentan que lo que vieron los investigadores no era la verdadera Luz de Paulding».

 

 

Bos atribuye la persistencia del fenómeno de Paulding al animismo, la creencia en un poder sobrenatural que da una identidad a los fenómenos naturales.

 

 

«Esta sigue siendo la creencia más antigua, y la luz de Paulding es un ejemplo moderno perfecto de esa tendencia tan humana», comenta.

 

 

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